Ana Clara
2 min readDec 15, 2021

[yoga]

Al papelito lo encontré en la calle y entre tantas formas con colores decía que valía por una clase de yoga gratis entonces fui porque hace rato quería hacer yoga pero siempre las vueltas y las excusas me terminan alejando de lo que quiero y a pesar de que hacía mucho frío fuí igual porque era gratis una buena excusa y menos mal que existía esa excusa entonces entré a la sala y me paré en la esterilla y ya ese simple acto me relajó un montón y sonreí porque por dentro pensé en lo bien que hice en ir a la clase de yoga empecé a moverme y ya había entrado en calor entonces se me fue la excusa del frío pero igual me empecé a quejar de repente todo me molestaba y mientras estiraba los brazos hacía arriba e intentaba concentrarme en mi respiración pensaba en la profesora y en que no era tan buena porque las posturas que me estaba haciendo hacer eran muy exigidas y yo no hacía yoga hace rato pero igual las intentaba hacer y las hacía con bronca y me pareció que esa sala no era bonita y que cómo uno va a hacer yoga en un lugar que no es bonito y mientras intentaba elongar las manos no me llegaban al piso y entonces pensé que estaba haciendo todo mal y así seguí criticando todo lo que me rodeaba mientras subía y bajaba hasta que en un momento tuve una epifanía y me di cuenta que estaba enojada quiero decir que reconocí que dentro mío había enojo y mientras respiraba profundo y subía la cabeza haciendo la posición de la cobra me dije que me tenía que hacer cargo y que el problema no era la sala ni la profe ni el yoga el problema era que adentro mío tenía un enojo algo que antes no estaba registrando así que salí contenta con mí descubrimiento porque a veces pienso que hacer yoga es ir a relajarse y estar en paz pero no a veces es simplemente estar en un espacio donde miro hacía adentro y veo lo que no puedo ver como yo que tenía una cosa llena de enojo y que cómo no la veía la estaba proyectando con todo lo que tenía alrededor entonces volví a casa contenta pero con esa cosa enojada adentro pero no importa porque la cosa lo que necesitaba era ser vista y yo la había visto la sentí ahí en el pecho y al otro día cuando me desperté ya se había ido y esa es una de las tantas razones por las que siempre me empujo a hacer yoga solo que a veces se me olvida pero por suerte hay personas que dejan papelitos de colores por la ciudad que me lo recuerdan.

Imagen: https://www.instagram.com/cecile.dormeau